jueves, 2 de junio de 2011

Un poco de historia

Hacia 1991, poco después de la muerte de Ceaucescu, aparecieron en Rumanía una gran cantidad de asilos para atender a los muchos niños que estaban en situación de desatención total en el País. Esto hizo que se descubrieran en estos mismos asilos escenas dantescas donde la necesidad, el hambre y la ley del más fuerte conmovieran el corazón de muchas personas. Debido a esto hubo quien buscó la forma de ayudar a estos niños mediante adopciones o diferentes tipo de acogida. Una de estas personas buscó caminos para conseguir este objetivo.
Por este motivo, en una boda que se celebró en el Ferrol (en aquel entonces Ferrol del Caudillo) la novia, María Méndez, que se casaba con un diputado del partido de Petre Roman propuso la creación de una asociación para que familias españolas acogieran o adoptaran a niños de estos asilos.
Entonces se creó dicha asociación formada principalmente por familias de marinos que creyeron que era el camino.
Dicha mujer gestionó la venida a España de 4 niños alegando que por razones de salud necesitaban ser atendidos y como en aquel entonces en Rumania no había medios sanitarios para llevar adelante su curación se buscaron cuatro familias que aceptaron acoger en su casa estos niños, buscarles médico y al mismo tiempo escolarizarlos.
Esto trajo una campaña por parte del Partido Comunista, que dando ya los últimos coletazos intentó acusar a España de que aquellos niños que habían ido a la Península no eran para curar sino que era una forma de traficar con órganos de niños. Esto provocó que los rumanos hipersesibilizados (porque el tema se refería a sus propios hijos) se levantaran, en contra de estos envíos y todo se moviera en una política totalmente contraria a lo que se quería conseguir.
Esto provocó que esta mujer sufriera, según se afirmó, unos atentados, el último de los cuales fue gravísimo dejándola con graves heridas en las piernas. En aquel entonces en los mismos hospitales los mandos intermedios seguían siendo del ya desaparecido Partido Comunista, por tanto al ser llevada esta mujer a uno de los hospitales, adoptaron la forma de no atenderla y prescindir de ella a fin de que sus heridas se transformaran en gangrena. Casi lo consiguieron. Por suerte su madre, que era del Ferrol, y disponía de medios económicos suficientes solicitó a una compañía de aviones- creo que Tarom- el poder trasladarla de urgencia a España donde después de un largo tratamiento se consiguió salvarla aunque quedaron secuelas.
Mientras tanto, estaban en trámite 9 casos para ser adoptados. Todos ellos no demasiado correctos, pero como requerían una urgencia se planteó entre las familias que querían conseguir estas adopciones buscar alguien que supliera a esta mujer.
La mayoría de las familias- como hemos hecho ya constar- eran gente del mar. Y por ello buscaron alguien más o menos conocido para que continuase la labor que había empezado la enferma. La propuesta recayó en un sacerdote marino que todos ellos conocían, se le invitó y aceptó.
Para evitar que estos nueve niños pudieran ser llevados a España y adoptados, y al mismo tiempo para crear dudas en los 4 que ya estaban fuera del país, empezó una campaña difamatoria contra el recién llegado sacerdote. Fue una época muy desagradable porque toda la prensa rumana acusaba a dicha persona de inmoral y traficante de órganos para impedir que pudiera llevar adelante la labor encomendada.
Entonces, le pareció necesario al Padre Amador responder a aquellas informaciones dando la máxima claridad a la situación en que vivían dichos niños. Por ello se prepararon 3 documentos para que se viese que todos ellos estaban bien atendidos en los diferentes aspectos: salud, familia y educación. Se mandaron, pues, un documento en que los médicos decían su situación en cuanto a enfermedad, otra carta del colegio donde estaban estudiando, y otro documento en la que se hacía constar su empadronamiento. Esto tuvo un efecto positivo en la sociedad rumana y a partir de aquí se respetó al Padre Amador totalmente.
Entonces, empezó a trabajar con los 9 expedientes de adopción. Se encontró con un bosque horrible: abogados corruptos, precios astronómicos, madres vendiendo hijos... al final sólo se pudo adpotar 8 niños. Las Familias que habían conseguido la adopción ya no querían mantener la asociación (ya tenían a sus hijos en casa) y dijeron al Padre Amador que si él así lo quería, podía disolver la asociación. El sacerdote dijo que quería seguir trabajando, pero con un cambio: ya no adoptar. Así la asociación pasó solo a trabajar para traer a niños enfermos para curarse y volver a casa sanos.
A partir de aquí la asociación se ha preocupado de aproximadamente 120 niños enfermos que se han intentado traer, porque algunos no llegaron a venir... pues ya murieron antes de llegar a España. Un 50% de niños son vivos gracias a la labor de ACAIR.

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