martes, 10 de abril de 2012

El segundo caso

Poco tiempo después, animados por el buen resultado conseguido con el pequeño Horia, nos animamos porque creíamos que este era el camino que debíamos seguir. Entonces descubrimos que había una niña con un grave problema de corazón, era un pequeño bebé de unos 3 meses de edad llamada Iona Lucretia Bobocea. Era un encanto de criatura allá por el año 1992, también gestionamos su ingreso en el hospital del Vall de Hebron donde se la operó de su enfermedad. Era uno de aquellos casos llamados niños azules, que sin intervención no podían vivir. Se le dió de alta el 23 de agosto de 1993.  Fué un éxito y me emocionó que al cabo de unos siete u ocho años, no recuerdo, recibí la foto de la pequeña ya con una edad de casi adolescente montada en una bicicleta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario