La niña Georgiana nació el día 10 de abril de 1999. Debido a los síntomas de ceguera (leucoma de córnea vascularizado) se procedió a una visita médica a los 10 días de nacimiento. El parecer del doctor fue pesimista dando muy pocas esperanzas. Se volvió a realizar otra visita a los 3 meses, entonces el doctor no se pronunció y propuso una nueva visita 6 meses más tarde. El 17 de febrero del año 2000 cuando la niña tenía 10 meses, el doctor especialista en oftalmología manifestó que tal vez podía procederse a una operación de transplante de córnea en el ojo izquierdo cuando la niña cumpliese un año. la operación comportaba riesgos. En cuanto al ojo derecho, no veía clara la situación y prefería no pronunciarse. Añadió, con todo, que después de algunos meses se podrían hacer observaciones y pronóstocos más seguros. El doctor manifestó su parecer de modo oral, pero no quizo hacer ninguna declaración por escrito.
Como el caso de la niña Georgiana no parecía ser aceptado por la ayuda del Gobierno Catalán, presentamos la niña a una clínica privada donde se encuentran los mejores médicos de microcirugía ocular. Después de una espera se nos llamó desde IMO (la clínica) que hizo esta declaración: "paciente con opacidad corneal congénita y muy baja visión (dudosa exploración debido a la edad) Recomendamos a pesar de pronóstico reservado, cirugía (keratoplastia penetrante con probable cirugía del cristalino) pronto ya que es el único modo de mejorar sus posibilidades futuras". Éste diagnóstico está fechado el 30 de octubre del 2000 y seguiamos a la espera a pesar de la urgencia que el caso presentaba. El día 28 de noviembre del año 2001 se hicieron visitas sucesivas (que tenían que pagarse, en efectivo suponía 10,000 pesetas). Después se hizo la keratoplastia con gastos de envío (córnea incluídos) con un total presupuesto en euros de 3.305,56€. Durante la cirugía se observó hemorrágias coroidea preoperatoria. En el futuro valorarían la posibilidad de intervención del ojo derecho.
La familia preocupadísima de que de hecho el ojo derecho se había perdido, quisieron hacer una segunda tentativa a ver si podían conseguir algo de visión en el ojo derecho, y para ello se presentó la niña en la clínica Barraquer, que atendidos por el doctor Álvarez de Toledo opina que cuando lo deseen podrá ser intervenida la niña de keratoplastia penetrante del ojo derecho.
A partir de mayo de 2003 entramos en contacto por indicación de la Clínica Barraquer al servicio de atención precoz de la ONCE. Aquí se está llevando a término un trabajo de estimulación de su pequeño resto visual que cada vez aprovecha más. Es adaptarla a su déficit igualmente orientando a los padres que responden sensiblemente y de forma interesada en todo lo que se refiera a la evolución y educación de su hija. En aquel año 2003 la niña fue escolarizada al CEIP de la Diputación de Barcelona con una integración muy positiva. la escuela da muy buena respuesta a las necesidades específicas de la niña. Georgiana asiste al centro de la ONCE 2 mañanas a la semana de 6 horas y participa con un grupo de niños, aparte recibe una sesión individual semanal. Toma parte en juegos de piscina para ir introduciéndola en este nuevo ambiente. En el año 2004 tomó parte en el equipo infantil de primaria dentro de ese Centro de Recursos de la ONCE dando por terminado el trabajo desde el servicio de atención precoz. Se ve interesante que pueda seguir ampliando los aprendizajes de lectura y escritura mediante el Método Braille.
Actualmente podemos afirmar que la niña conserva un pequeño resto visual en el ojo derecho.
En el ojo izquierdo no ve. Ella ahora es una jovencita de 13 años integrada en un colegio normal con muy poca visión pero estando al mismo nivel (es la primera de la clase en muchas asignaturas) y sigue llendo a los cursos de la ONCE donde mejora, como afirman los que la conducen de una manera estupenda.
Hablamos de una niña que empezamos a atender desde primeros de siglo XXI. Tuvimos ciertas ayudas hasta el año 2003. Pero, la mayoría de casos que atendemos son casos de larga duración con contínuos desplazamientos que suponen grandes gastos en el viaje y creo que esto tiene una gran importancia porque no hablamos solamente de curar, hablamos de preocuparnos durante muchísimo tiempo de niños y de familias.
El caso concreto de la niña Georgiana actualmente no nos plantea ningún dispendio porque la familia actualmente vive en Barcelona y por suerte han encontrado trabajo, lo que les posibilita cubrir los colegios y otros gastos concretos en cuanto a la niña.
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